En este artículo vamos a hablar de algunas características de nuestro cerebro que en algunas ocasiones no nos ayudan a conseguir nuestras metas, para ello vamos a utilizar un ejemplo de lo que ocurre cuando empezamos a correr.

¿Por qué mi cerebro no me ayuda en algunas ocasiones?

Los humanos tenemos un cerebro super-desarrollado comparado con el resto de los animales. Este hecho, que podríamos pensar que es un privilegio de la naturaleza, a veces nos juega malas pasadas.

Un ejemplo de ello es como visualizo el futuro gracias a la corteza cerebral. Lo hace tan bien que puedo llegar a sentir que esa imagen es totalmente real y olvidar que es solo un producto de mi cerebro. Por eso mi cerebro puede no ayudarme en algunas ocasiones y convencerme de que no soy capaz de hacer algo.

¿Qué ocurre cuando empiezo a correr?

El otro día leí una reflexión sobre qué nos pasa cuando empezamos a hacer running. Lo primero es que hay un aumento de la temperatura corporal, se dispara la tasa cardíaca, nuestro corazón comienza a bombear mayores niveles de sangre, la musculatura se tensa para poder realizar la actividad, los pulmones tienen que aumentar su trabajo para proporcionar el oxígeno que necesita la musculatura, las células comienzan a producir más desechos de CO2, el aumento del consumo del glucógeno produce el temido ácido láctico responsable de la fatiga muscular, etc.

 

¿Cómo responde nuestro cerebro a estos cambios?

Entorno a los primeros 10 minutos nuestro cerebro va a invertir un montón de recursos en convencernos de que no podemos hacerlo. Mientras sentimos diversas molestias físicas, una voz en nuestro interior nos dice: «¡Para, que no puedes más! «. La mayor parte de la veces lo hacemos. En realidad, nuestro cerebro piensa que es algo que no tiene sentido y que esta consumiendo un monton de recursos sin necesidad pero…¿Y si se equivoca?

 

Beneficios de hacer running

No hace falta decir que las personas que practican ejercicio con regularidad se sienten más sanas, tienen mejor autoestima, duermen mejor, viven más… Entonces, ¿ por qué el cerebro nos convence para que no lo hagamos?.

Fácil, interpreta de forma erroneas las sensaciones. 

 

¿Como podemos luchar contra estos pensamientos desagradables?

Lo primero es darnos cuenta de la jugada. No es real lo que me dice el cerebro, nadie MUERE por hacer deporte. Lo siguiente es buscar claves que me animen con ello. «Cerebro, solo son unos minutos desagradables, luego MEJORA»

Si somos capaces de aguantar solo dos minutos, probablemente empecemos a sentirnos mejor, igual incluso nos damos cuenta de que…¡¡Podemos seguir mucho más rato corriendo!! Iremos ayudando a nuestro cerebro para que deje de convencernos de que no puede.

 

¿Podemos utilizar este aprendizaje en más áreas?

¡Claro que sí! Cuando tenemos pensamientos desagradables, podemos preguntarle al cerebro si realmente están ocurriendo en ese momentos o son miedos. Descubriremos que la mayor parte de las veces estamos más preocupados por lo que puede pasar que por lo que nos está pasando. 

TRUCO: Párate, nota lo que pasa, busca la idea que te manda tu cerebro, si no es real explícaselo desde el cariño… NO ES REAL, NO ME MUERO. 

 

En Itipa aplicamos conceptos de la neurobiología para enseñarte a ayudar a tu cerebro.