Las personas tenemos diferentes ritmos de procesamiento mental, es decir, el cerebro de cada persona trabaja de forma diferente. Cuando el cerebro trabaja de forma más rápida y eficaz, destacando entre la mayoría de personas, podemos hablar de altas capacidades intelectuales (AA CC). La mente de la persona con alta capacidad necesita menos recursos para conseguir aprender, razonar o resolver situaciones.

La metáfora del coche de carreras: ventajas y desventajas de un cerebro con altas capacidades

En consulta solemos utilizar la metáfora del coche de carreras: nuestro cerebro es como un automóvil, cada uno es distinto y, los hay que les cuesta correr y necesitan más tiempo razonable para llegar a un destino, los que tienen una velocidad positiva porque puedo ir a todos lados invirtiendo un tiempo y hay algunos que son como un coche de carreras, alcanzan una velocidad muy alta en poco tiempo. ¿Llegarán todos los coches a los lugares que se marquen? Si son constantes, desde luego que sí. El coche de carreras tardará menos. Pero, ¿es igual de fácil aprender a manejar un automóvil de ritmo promedio que un coche de carreras? Está claro que cada coche necesita sus clases y sus tiempos, pero un coche más veloz implica más probabilidad de accidente si no se conduce de forma óptima.

Traduciendo al cerebro de AA CC, una mente más rápida cognitivamente es una responsabilidad importante. Porque por su estructura, nuestro coche AA CC va a necesitar menos repostaje, será más seguro por su tecnología y llegará antes a los sitios, sin embargo, por su velocidad el piloto necesita ser consciente de lo que maneja, tener más herramientas y conocimiento sobre su funcionamiento y mucho apoyo en el staff de reparaciones, porque tiene muchos riesgos, sobre todo en el campo emocional.

La detección de altas capacidades: la importancia de una pronta identificación

En consulta nos encontramos con casos de todas las edades, desde niños pequeños de 2 y 3 años, hasta adultos de más de 60, que bien por su precocidad, por sentirse diferentes a otras personas o por algunos problemas emocionales, llegan a ITIPA buscando respuestas.

A las familias de niños con sospecha de altas capacidades recomendamos el asesoramiento, ya que educar y acompañar a niños AA CC es un desafío añadido al de la crianza de una persona. Son ese staff de reparaciones, que necesita muchos recursos para que el cerebro desarrolle su potencial y la persona reciba lo que necesita a lo largo de su vida.

Los protocolos de la Consejería de Educación de la Junta de Andalucía empiezan a realizar detecciones a final de 3º curso de educación infantil (Infantil 5 años), con un cuestionario que se dirige a la familia y otro que complementa el tutor o tutora de ese curso. Si ambos cuestionarios son positivos, en el curso siguiente, 1º de educación primaria, los niños realizan una serie de tests para hacer otra selección y, si las puntuaciones obtenidas cumplen los criterios, se realiza la valoración completa de altas capacidades.

Según nuestra experiencia, este sistema es insuficiente para dar cabida a todo el alumnado con altas capacidades intelectuales, ya que muchas familias o profesorado no detectan los indicadores de altas capacidades y, además, los cuestionarios que existen a veces repiten mitos asociados a las altas capacidades, como que aprenden a leer solos o que son muy habladores, que no se cumplen en todos los casos, dejando de lado a otros perfiles de altas capacidades.

En muchas ocasiones, los centros educativos están tan desbordados que las altas capacidades no son una prioridad ante otras necesidades educativas específicas y no llegan a explorarse.

Por eso recomendamos la consulta e incluso la valoración privada en determinados casos, ya que cuanto antes se conozca el perfil del niño o niña con AA CC, antes puede empezar a intervenirse donde sea necesario.

¿Por qué es necesario identificar las altas capacidades?

Las personas AA CC suelen sentirse marcadamente diferentes al resto de personas. Su procesamiento es diferente, a veces también su emocionalidad y personalidad. Esto provoca a lo largo del tiempo muchas sensaciones en las personas, sobre todo relacionadas con su identidad, pues no olvidemos que el desarrollo de quiénes somos implica la visión de los demás.

De ahí radica la importancia de la identificación, para dejar el etiquetado a un lado y pasar a la comprensión de cómo funciona la mente y de por qué estas personas son como son.

Muchas familias y también adultos con altas capacidades, tienen miedos y confusión sobre todo esto. Pensamos que ponerle nombre puede ser algo negativo por el compromiso que conlleva. Sin embargo, en nuestra experiencia podemos afirmar que es algo muy liberador para la mayoría, que provee de sentido a la identidad y ayuda a enfrentar las situaciones futuras con mejores perspectivas.

¿Es lo mismo ser alta capacidad que ser superdotado? Diferentes perfiles de AA CC

En las diferentes comunidades autónomas e incluso países del mundo, se entiende de forma diferentes las altas capacidades intelectuales. En Andalucía y otras comunidades no es importante la puntuación CI (cociente o coeficiente intelectual), si no la valoración del perfil global de la persona, es decir, cómo sean de relevantes las diferentes áreas intelectuales.

Aquí os dejamos una tabla con las áreas que se evalúan:

Razonamiento lógico Razonamiento verbal Razonamiento matemático Gestión de la memoria Aptitud espacial Gestión perceptual Creatividad

Las altas capacidades pueden implicar un talento simple, cuando la persona destaca por encima del percentil 95 en un área, talento complejo, cuando la persona destaca por encima del percentil 80 en tres áreas o sobredotación, cuando la persona destaca en todas las áreas por encima del percentil 75.

Cuando muchas personas dicen que son superdotados, pueden referirse a que tienen un perfil cognitivo de sobredotación intelectual, por lo que superan el percentil 75 en las áreas cognitivas. Sin embargo, otras personas confunden esto y se refieren a las altas capacidades en general como superdotación, sin ser actualmente lo mismo.

¿Por qué decimos que NO se diagnostican?

Muchas familias e incluso profesionales cometen el error de decir que han “diagnosticado” altas capacidades a sus hijos o alumnos. Intentamos concienciar para que no se utilice este término, ya que las altas capacidades no son una entidad patológica ni de diagnóstico clínico, son características por lo que se valoran e identifican.

¿Qué podemos hacer si tenemos dudas en ser o en que alguien sea de altas capacidades?

Recomendamos leer sobre ello como primera toma de contacto, el libro A mí no me parece. Casos prácticos para entender las altas capacidades, de Eva Rodríguez, José Luis Pérez y Féliz Ruiz o ¿Demasiado inteligente para ser feliz? de Jeanne Siaud-Facchin son dos buenas propuestas.

Documentales, conferencias y charlas, como las que se imparten desde la Asociación Malagueña de Altas Capacidades (ASA Málaga) o pedir cita en ITIPA para hablar con alguna de las especialistas en altas capacidades y recibir información.

Es importante encontrar respuestas para poder alcanzar todo nuestro potencial.

Iremos añadiendo más información sobre la emocionalidad en altas capacidades y otra información de interés en siguientes artículos de psicoaprende.